Historia de las obras años 80

Historia de las obras de los años 80

Durante varios años se comenzó a rumiar la idea de dar una buena solución al viejo salón de cine que no se utilizaba para nada. Como primer paso fue formar tres comisiones de seglares: Técnica: Encargada de todo lo referente a la obra y su realización Económica: Quedó reducida a llevar la contabilidad, pues al ser el aspecto económico el más complicado y oficial, precisó el apoyo de los seglares de las demás comisiones.

Propaganda: Trabajó muchísimo mentalizando con una buena información a toda la comunidad parroquial, hablaron en varias misas sobre las obras y lo mismo hicieron en la parroquia de San Juan de Sahagún y PP. Dominicos, donde recaudaron la colecta del día para ayudar a la financiación de las obras.

Una vez decididos a comenzar, se ofreció a llevar la obra gratuitamente el joven aparejador Don Jesús García Maldonado, él fue el alma de todo, nada se hizo sin darle el visto bueno, todo con una gran ilusión, empleando muchas horas de su tiempo y completamente gratis.

Por él y por su padre Don Jesús García Guerras, nos pusieron en contacto con el maestro de obras Emilio González de la Fuente y rápidamente se comenzó demoliendo todo el anfiteatro; las viejas butacas y máquinas de proyección ya se habían retirado.

Se sanearon los sótanos quitando los dos hornos de carbón de la vieja calefacción, construyendo los pilares y colocando una viga de hierro que sujeta la parte superior. Duró la obra desde mayo de 1981 a enero de 1982, incluyendo la pintura,cafacción y electricidad.

Para la adjudicación de la calefacción se presentaron tres presupuestos, siendo concedido a los hermanos Pérez Escribano después de estudiarlos detenidamente por el técnico de la parroquia Don José Rodríguez Méndez, buen conocedor del asunto y plenamente comprometido en todo lo referente a la comunidad parroquial.

Todo el resto de la obra fue realizado por administración, al ser difícil hacer un presupuesto pues sobra la marcha, de acuerdo con el aparejador se hacían los cambios oportunos pensando siempre en lo práctico, que se creían necesarios.

Hay que resaltar que el Señor constructor: Emilio González de la Fuente, fue el primero en las iniciativas, no regateo esfuerzo alguno, aunque veía que a los dos meses de comenzar y pagado el primer millón estábamos sin dinero.

La electricidad se adjudicó a la empresa Galindo, por su relación a la parroquia, su administrador Don Jesús Hernández Martín, desempeña desde hace más de 11 años con total responsabilidad el cargo de tesorero de la parroquia. Tenemos que reseñar que todo fue realizado estupendamente y se le fue pagando como se pudo, nunca pidió nada. Cerrajería, carpintería y escayolista corrió a cargo del Señor constructor.

Como pintor, que gustó mucho, fue Antonio Muñoz Hernández. El escayolista fue Don Agustín Casillas. Destacaría el interés puesto en la terminación de la pequeña capilla y la construcción de las jardineras, dos en el presbiterio en sustitución de las viejas y otra en la calle por la entrada de la calle Agricultura, bajo la imagen de San Juan de Sahagún que se encontró en la escalera de bajada a las escaleras.

El mostrador del bar fue donación del ebanista feligrés de la parroquia que pertenecía a las comisiones de obras, Don José Rodríguez Hernández.